Se distribuye ampliamente por Castilla y León y solo falta en la cuenca NorOeste. En los años 40, ya se conocía en los ríos Duero, Esla, Orbigo, Tera, Cea, Aliste, Guareña y Tormes).
Las primeras noticias de repoblaciones llevadas a cabo en Castilla y León, con ejemplares de la variedad “royal”, datan de 1953 y fueron efectuadas en Ciudad Rodrigo (río Agueda, Salamanca) y en el entorno de la Granja Florencia (río Duero, Zamora); sólo durante la década posterior, se soltaron en aguas castellano y leonesas más de 900.000 ejemplares. La Administración continuó soltándolas, durante los años 70 y 80, procedentes de las piscifactorías oficiales de Aranjuez y Vegas del Guadiana. Se ha citado en las siguientes aguas:
- Avila: Alberche (embalse El Burguillo), Tiétar (embalse El Rosarito), embalse Retuerta, lagunas y ríos del Norte provincial.
- Burgps: Arlanzón (Burgos, Pampliega), Ebro (embalse Arija, emb. Sobrón)
- León: Sil (emb. Bárcena y tramo bajo), Lago de Carucedo , tramos bajos del Esla y Orbigo, emb. La Tabla de Jiménez de Jamuz, emb. Antoñán del Valle, emb. Vegamián, emb. Villameca, laguna de Bercianos del Real Camino, laguna Grande (Lago de Babia, a casi 1.500 m de altitud).
- Palencia: tramos bajos del Carrión y Pisuerga.
- Salamanca: Agueda (Ciudad Rodrigo), Tormes (embalse Santa Teresa, emb. Villagonzalo y aguas abajo hasta su desembocadura), Alagón (embalse Gabriel y Galán).
- Segovia: Fuente Milano, Riaza (emb. Linares del Arroyo), Duratón (emb. Burgomillodo, emb. Las Vencias), Voltoya (embalse Juarros de Voltoya), tramos bajos de Eresma y Cega, laguna Torrelara.
- Soria: Duero (embalse Cuerda del Pozo, embalse Rábanos, San Esteban de Gormaz).
- Valladolid: Duero, Pisuerga, Cea, Valderaduey, Sequillo y canales de riego.
- Zamora: Duero, Guareña, Orbigo, Esla, Tera, Aliste (reculaje del emb. de Ricobayo), Tormes, Valderaduey, lagunas de a zona de Villafáfila y Tierra de Campos .
Su aclimatación ha sido un éxito en la mayor parte de los embalses donde se ha soltado. Cuando sus poblaciones alcanzan densidades muy elevadas, periódicamente pueden producirse mortandades debidas a una enfermedad conocida como “virosis primaveral de la carpa”, que afecta sobre todo a los ejemplares adultos, cuando se concentran en las zonas someras para reproducirse.